lunes, 20 de mayo de 2013

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-Yo era un guerrero que soñaba con traer la paz. Pero, tarde o temprano, siempre hay que despertar.

-Sepan que ya no están en Kansas. Están en Pandora, señoras y señores. Ténganlo en cuenta cada segundo del día. Si el infierno existe, quizá quieran ir allí un poco a recuperarse después de su misión en Pandora.

-Ríndete, esto ya ha terminado.
-No terminará mientras yo siga respirando.
-Esperaba que dijeras eso.

-Un vida termina y otra comienza.

-La "Gente del cielo" nos ha mandado un mensaje, que pueden coger lo que quieran, y nadie se lo impedirá. Pero les mandaremos otro mensaje, cabalgad tan rápido como os lleve el viento, pedid a los demás clanes que vengan, decidles que Toruk Makto les convoca a todos, y ahora volad todos, conmigo. Hermanos, hermanas. Demostremos a la Gente del cielo que no pueden llevarse lo que les dé la gana, y que ésta, ¡¡es nuestra tierra!!.

-Todo el personal de la base, cada uno de ustedes, lucha por sobrevivir, y eso es un hecho.
Una horda de aborígenes se está concentrando para atacar. Fíjense, estas imágenes orbitales indican que el número de enemigos ha aumentado de unos centenares a más de dos mil en un sólo día. Y no para de crecer. En una semana podrían ser veinte mil, de ser así invadirían nuestro recinto, pues bien, eso no va a pasar. Nuestra única estrategia es el ataque preventivo, combatiremos el terror con terror.
El enemigo está convencido de que ese bastión en las montañas lo protege su – su deidad. Para cuando lo destruyamos, abriremos un cráter tan profundo en su memoria racial que nunca más se acercarán a mil kilómetros a la redonda de esta base; y eso también, es un hecho.

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