-Sé exactamente donde está tu cuerpo. ¡Lo que estoy buscando es algún indicio de cerebro!
-En este mundo hay dos clases de personas: las que se ponen firmes y apechugan, y los que se ponen a cubierto. Mejor a cubierto.
-¿No te has enterado, Charlie? La conciencia ha muerto.
-Toda la vida me he enfrentado a todos y cada uno porque me hacía sentirme importante. Tú lo haces porque crees en ello. Tienes integridad, Charlie. No sé si matarte o adoptarte.
-No quieres morir.
-Ni usted tampoco.
-Dame una razón para no hacerlo.
-Le daré dos. Usted baila tango y conduce un Ferrari mejor que nadie en el mundo.
-Es un buen tipo, pero no nos llevamos bien.
-¿Por qué?
-Porque es un gilipollas.
-¿Ha terminado, Sr. Steen?
-¡No! ¡Todavía estoy precalentando!
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