-Sombras y ceniza.
-Corres peligro de convertirte en un buen hombre.
-Hay que saber cuando se es conquistado.
-¿Tú lo sabrías? ¿Y yo?
-Y al fin, tras cinco años de arrastrar una miserable existencia por aldeas infames infestadas de pulgas, volveremos a donde nos corresponde. Al Coliseo. Tendrías que ver el Coliseo, Hispano. Cincuentamil romanos, mirando, cada movimiento de tu espada, ansiando que des el golpe mortal. El silencio antes de atestarlo. Y el clamor posterior. Que crece, que crece como una, una... una tormenta. Como si fueras el dios del trueno.
-Marco Aurelio tenía un sueño que era Roma, Próximo. Y no era esto. ¡No era esto!
-A mi señal, ira y fuego.
-Dentro de tres semanas, yo estaré recogiendo mis cosechas. Imaginad dónde queréis estar, y se hará realidad. ¡Manteneos firmes! No os separéis de mí. Si os veis cabalgando solos por verdes prados, el rostro bañado por el sol, que no os cause temor. Estaréis en el Elíseo. ¡Y ya habréis muerto! Hermanos: lo que hacemos en la vida, tiene su eco en la eternidad.
-Tus días de gloria muy pronto verán su fin.. César.
-Unos creéis que no vais a luchar. Otros que no saben luchar. Todos dicen lo mismo. Hasta que salen ahí. Escuchad ("Muerte, muerte, muerte...") (Coge una espada). Hundirla en la carne de un hombre, y os aplaudirán y os amarán. Quizá empecéis a amar al público por ello. Tarde o temprano, todos moriremos. Y no podemos escoger el modo pero podemos decidir como afrontar el fin para ser recordados como... hombres.
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